Colombia es un país de extraordinaria riqueza natural. No solo es el segundo país más megadiverso del mundo, albergando casi el 10% de la biodiversidad global, sino que también cuenta con una de las mayores reservas hídricas del planeta. Esta excepcional abundancia hace de los ecosistemas colombianos un patrimonio inestimable sobre el cual se asientan los fundamentos para la estabilidad ecológica, la supervivencia humana, la salud económica y el bienestar general de todo el país. Conservar y restaurar este patrimonio no es, por lo tanto, solo una cuestión de protección ambiental, sino un imperativo para garantizar el futuro mismo de Colombia.
Es con esta conciencia que el CISP se ha unido al Ministerio del Interior de Colombia en una iniciativa ambiciosa y exitosa: el Convenio 2246. Este acuerdo busca dar una respuesta concreta a los desafíos ambientales del territorio, implementando proyectos de restauración ecológica a través de un enfoque colaborativo y participativo con las comunidades locales. El objetivo primordial es la recuperación, rehabilitación y conservación de ecosistemas estratégicos que han sufrido un deterioro y que son de vital interés para los Organismos de Acción Comunal (OAC).
El trabajo del CISP, en estrecha sinergia con el Ministerio del Interior, se ha centrado en la Línea 2 del Convenio, que abarca 122 proyectos en todo el territorio nacional. Como destaca Sandra Milena López, representante de CISP Colombia: "En el marco de la Línea 2 del Convenio estuvimos interviniendo 122 proyectos a nivel nacional donde les llevamos todo un proceso de acompañamiento con visitas a los diferentes territorios y les entregamos insumos, materiales, mano de obra y una caja de herramientas con información temática."
Esta metodología ha permitido formular e implementar 122 proyectos de restauración ecológica, que van desde la creación de viveros para la propagación de especies nativas hasta el aislamiento de áreas boscosas para favorecer su regeneración, pasando por la restauración completa de ecosistemas estratégicos. Un compromiso que ha generado beneficios directos para los Organismos de Acción Comunal en 86 municipios.
Los resultados de este compromiso son dobles y de gran impacto. En primer lugar, gracias a la reforestación y la reproducción de especies autóctonas a través de los viveros y al cerramiento de las áreas boscosas, ha sido posible recuperar y proteger valiosas fuentes hídricas. Angélica Muñoz, beneficiaria y vicepresidenta de Asojuntas del municipio de Carmen de Apicalá, expresa claramente el valor de estas intervenciones: " Este proyecto nos contribuye en la reforestación y recuperación de nuestras cuencas hídricas, aquí tenemos bastantes fuentes hídricas que nos abastecen en nuestros acueductos."
En segundo lugar, el proyecto ha promovido una colaboración virtuosa con las organizaciones del territorio que poseen un profundo conocimiento local y han sido involucradas activamente, fortaleciendo así la gobernanza territorial y garantizando la sostenibilidad a largo plazo de las diversas iniciativas. Julio Castilla, profesional agropecuario de CISP Colombia, explica el fin último de estas acciones: "La línea de restauración ecológica permitió restaurar ecosistemas estratégicos mediante la reforestación con árboles nativos, viveros y cerramientos de zonas de conservación. De este modo, se buscaba proteger las fuentes hídricas como ríos, quebradas o ciénagas, que por motivos naturales o por acción del hombre se encontraban degradados."
Esta iniciativa refleja nuestra misión más amplia de promover soluciones concretas para combatir el cambio climático, apoyando a las comunidades rurales en diversas partes del mundo y salvaguardando la riqueza natural para las generaciones presentes y futuras. Este trabajo, de hecho, contribuye directamente al logro de importantes Objetivos de Desarrollo Sostenible, incluyendo Ciudades y comunidades sostenibles (11), Acción por el clima (13) y Vida de ecosistemas terrestres (15).
Te invitamos a explorar nuestro trabajo a través de los siguientes recursos:
Estamos orgullosos de contribuir a un futuro más verde y sostenible para Colombia y de poder demostrar, una vez más, cómo la colaboración entre organizaciones internacionales, gobiernos y comunidades locales puede generar resultados tangibles y duraderos para la protección de nuestro planeta y de los seres que lo habitan.